La promoción y defensa de los
derechos humanos desde una perspectiva ambiental debe ser considerada como el
elemento crucial para optimizar la calidad de vida de la población mundial; por
lo que surge la necesidad de activar mecanismos que permitan la adopción de actitudes y aptitudes positivas
hacia el medio natural y social, a través del
fortalecimiento de la relación existente entre el ser humano y el ambiente "ecología humana y/o social", promoviendo una motivación hacia la participación
corresponsable en pro de un futuro sustentable.
Sin embargo, el reto se plantea desde
el punto de vista de los valores y la moral donde se desenvuelva cada
comunidad; donde la premisa debería ser la misma para todas las personas
que cohabitan en un espacio determinado, y ésta no es mas que imaginar dos
escenarios:
a) El
primero: un futuro –muy cercano- donde se visualice un ambiente degradado casi
en su totalidad, y que nos ahogue en una extrema pobreza, un futuro cierto
atiborrado de insalubridad, donde las personas se declaren la guerra por la escasez
o falta de agua, alimento o por un espacio para construir viviendas.
b) El
segundo: es la otra cara de la moneda, donde se visualice por el contrario el
disfrute de un ambiente propicio para el desarrollo integral no solo de la raza
humana, sino de todos los seres que habitan el planeta, así como el de las
próximas generaciones, garantizando una óptima calidad de vida.
Una
de las maneras para lograr lo planteado en el párrafo anterior, es a través de
los medios alternativos, entendiendo éstos como el instrumento para ofrecer un
ámbito de dialogo social, que surja de las necesidades que se observen en la
realidad del día a día de cada comunidad y que no sea visto como una acción de
responsabilidad social que se activa solo en períodos donde predomine el peligro y el riesgo extremo, sino más bien
como un vínculo integrador en la promoción de los derechos humanos ambientales
desde los diferentes sectores de la sociedad.
En este sentido, se puede decir que los medios alternativos, permiten rescatar en cierta forma valores, como la solidaridad y la confianza, así como también muestran las necesidades reales, en vista de que permiten la participación activa de cada miembro, donde éstos son el ente protagonizador del hecho comunicacional forjando con ello un camino hacia la verdad, la equidad y la justicia ambiental, en busca de la promoción y difusión del derecho a vivir en un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado.
Por lo que entonces se puede interpretar el concepto de medio alternativo, como la herramienta que representa en la actualidad una forma -no habitual- para el intercambio de información dentro de las comunidades, donde éstas pueden pretender ser heterogéneas, pero en la realidad se consolidan por la particularidad del mensaje expresado, reflejando la consulta y participación ciudadana.
Los medios alternativos, han de ofrecer la oportunidad para concebir una conciencia
sensibilizada hacia lo ambiental, que permita la comprensión de que los derechos humanos ambientales se forjan desde el principio de la
progresividad y es aquí donde los medios alternativos comienzan a
surgir con un papel fundamental, promoviendo la protección del planeta mediante
la divulgación de información y la fluidez de la comunicación.
Kindy
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